viernes, 29 de enero de 2016

SE ROMPE LA PAZ EMPIEZAN LAS PELEAS, ¿QUE PUEDE OCURRIR CUANDO TENEMOS VARIOS PERROS?

Después de uno o dos años de la llegada de nuestro segundo perro a casa empezamos a descubrir que este animalito ha crecido, se siente fuerte ágil, poderoso. Esta en plena adolescencia, con los instintos explotando a flor de piel, pero el otro perro de la casa, el adulto que ha estado soportando estoicamente todas y cada una de las travesuras del bebe, de repente se pone serio, y para nosotros empiezan a aparecer los problemas.


Muchos siglos de domesticación no han logrado que el perro pierda su instito como animal depredador, ni que hayan olvidado las pautas de comportamiento que se dan en toda manada, el animal que llevan dentro les obligara a mostrar el repertorio de gestos y señales caninos a todo el mundo y aveces por injusto que eso sea el perro nuevo el ultimo en aparecer en la manada quiere convertirse en el líder de la manada y empiezan aparecer las peleas, pero no podemos caer en el error de intentar imponer nuestros criterios de humanos.
Precisamente este es el detonante de que se produzcan situaciones de peleas entre los perros, en un porcentaje muy elevado estas situaciones de tensión acaban generando peleas entre ellos, tiene mucho que ver con problemas de jerarquía dentro de la pirámide imaginaria que representa las relaciones entre perros, precisamente por su condición de animales gregarios, apesar de ser aparentemente iguales están obligados a ocupar un lugar concreto, especifico y perfectamente delimitado en relación con sus semejantes.
Cuando adquirimos un cachorro y lo integramos en una manada de humanos que es la familia, lógicamente pretendemos que el ultimo en llegar ocupe precisamente el ultimo escalafón dentro del grupo, pero aveces ocurre que algunos individuos no están conformes con esta papel que les ha tocado.
Cuando el más joven madura decide reivindicar el puesto de mayor entidad e incluso el liderazco, frente a ese o esos perros que ya estaban en la casa antes que el.
Empiezan a aparecer los problemas, las disputas, las peleas, por ser el primero en comer... eso se debe a que el perro joven quiere disputar el rango de cabecilla al más maduro y para ello tiene que mostrar o al menos intentarlo su superioridad y quiere mostrar su poderío, para lo que utiliza unas señales perfectamente aprendidas, como es el lenguaje canino, si este no resulta efectivo, es cuando se desencadenan las peleas, pero ninguno quiere ceder, el propósito es parecer más grande, más fuerte, más poderoso, en la mayoría de los casos estas señales suelen bastar para que se evite el conflicto, si alguno cede, si no, se disparan todas las alarmas y empiezan a sonar los tambores de guerra, la gran batalla esta a punto de producirse.

¿COMO MANEJAR ESTA SITUACIÓN?
El manejo de esta situación puede resultar muy difícil hasta para aquellas personas más experimentadas. Necesitaremos aprender a interpretar el lenguaje canino o también conocidos como las señales de la calma, estas señales predicen con toda fiabilidad si se va a desencadenar una pelea, en la mayoría de los casos son señales de apaciguamiento, nadie quiere resultar herido, no olvidemos que esto consiste la diferencia en la naturaleza de vivir o morir, puede residir precisamente en eso.
Asegurate que es una pelea verdadera y no una demostración de disciplina o de juego. Si no estas seguro si es de verdad, manten la calma y el silencio. Cualquier ruido puede convertirse en el detonante puesto que puede ser interpretado como que estas alentando la pelea.
Si decides intervenir nunca sujetes por el collar a uno de los perros, en el fragor de la batalla, puedes recibir la peor parte y acabar herido, no por que quieran atacarte si no por que enfrascados en la pelea no son conscientes de donde muerden, no notaran la presencia de tu mano y puedes apostar que te llevaras la peor parte en estos casos.


Tampoco intentes separarlos a patadas o gritos, lo único que conseguirás es alentar la batalla echando más leña al fuego.
Una de las formas de intervenir si dos personas están presentes, es sujetar por las patas de atrás a cada uno de ellos y levantar sus cuartos traseros en el aire y reculando poco a poco, hasta que estén separados y se tranquilicen. Si por el contrario te encuentras solo cuando se produce la pelea, inclinate por aquel que te sea más obediente. Piensa que al que sujetas quedara en inferioridad de condiciones. Otra forma es si tienes una manguera a mano dirigir el chorro de agua al hocico del perro, cuidado no siempre funciona, pero si lo haces es la forma más limpia de hacerlo, merece la pena probarlo.
Da igual el método que hayas elegido para acabar la pelea, pero al finalizar demuestra tu descontento por igual a ambos perros. No intentes ser juez, da igual quien empezó.
Expresa tu extremo descontento, para que entiendan que tu eres el patriarca, el jefe de la manada, y que en tu jauría la regla de oro es que no hay peleas. Ambos tienen que comprender estas reglas, hazlos que se echen en el suelo a una cierta distancia mientras tu supervisas la situación, si es preciso amarralos hasta que se enfríen. Si caes en el error de solo sancionar a uno de ellos lo único que estas logrando es aplazar la batalla hasta otro momento pero la guerra sigue en pie y continuara, por que quedaran asuntos pendientes.
Los perros viven el en el presente, si no los reprendes inmediatamente ellos no sabrán que ocurrió hace apenas un minuto. Siempre que tengamos que corregir una acción del perro deberá ser inmediata al hecho si queremos que funcione. Aquí no sirve nada de dejarlo para otro momento. 
Se trata de enviarles el mensaje de que quieres paz y armonía, y no estas dispuesto a tolerar nada que lo altere.

¿ESTA PELEA ESTÁ PONIENDO EN RIESGO ALGUNA DE LAS PARTES?
Si resulta ser que no, no hagas nada. Deja que resuelvan sus diferencias de manera natural. La mayoría de las peleas no entrañan ningún riesgo para la mayoría de los perros por que ellos saben cuales son las reglas del juego y pronto averiguaran quien de ellos es superior. Si intervienes aplazas el lanze hasta otro momento.
Por último revisa que no se haya producido ningún tipo de lesión y si es necesario acude rápidamente al veterinario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario